Cuestión de reglas
(Por Lusina Vaccari)
Históricamente cuestionados, árbitros y arbitrajes son generadores de
polémica dentro y fuera del campo de juego. Horacio Elizondo y Gastón Roma
plasmaron sus perspectivas respecto del referato argentino actual.

El ex árbitro internacional Horacio Elizondo dijo sin dudarlo, ante la
consulta sobre su modo de ver el arbitraje actual, que “el arbitraje tiene un
error de planificación que se inicia en la década del 80, cuando cambia el
sistema de formación y designación”. En este sentido, el argentino, que dirigió
cinco partidos en el mundial Alemania 2006, agregó: “A partir de allí el
arbitraje argentino comienza a perder paulatinamente referentes arbitrales,
tanto a nivel nacional como internacional. El último gran referente fue Héctor
Baldassi, retirado a fines de 2010. Desde ese momento el arbitraje nacional se
ha quedado sin referentes de calidad, debido a que no se apuesta al desarrollo,
sino por el contrario, dejando de lado el objetivo de obtener un mejor
rendimiento y contar con varios referentes arbitrales tanto en calidad como en
cantidad”.
En el plano local, Gastón Roma, un joven árbitro de una localidad
bonaerense del partido de Ramallo, contó su experiencia: “A veces las medidas
no son justas, pero siento y quiero creer que el árbitro, si es una persona de
bien, se equivoca”. Además, aclaró que “las jugadas polémicas no son todas
iguales ni tampoco los criterios para definirlas”, mientras destacó que “si un
árbitro está concentrado y entrenado tiene menor margen de error” y que “es
necesario tener en presente que la jugada debe decidirse sobre ella misma en
ese segundo y, si el juez no se encuentra cerca o está mal ubicado, ese margen
de error crece y lo conduce a la equivocación”.
Lo cierto es que la discusión se da desde hace años más allá de los grandes
grupos económicos, mediáticos, potenciales de marketing y estructuras creadas,
donde el establishment agiganta opiniones y los intereses particulares parecen
aumentar. Pero hay quienes confirman que con jueces preparados y éticos, la
brecha del error y las tentaciones son menores. Roma reflexionó que luego de
años de estudio y preparación, la experiencia no es suficiente y es dentro de
la cancha donde el aprendizaje es real. “Es necesario -expresó- pasar por las
diferentes categorías, inferiores mayores, etcétera, pero conociendo a la
perfección la letra del reglamento para lograr seguridad y aplicación de
criterios correctos en el momento de tomar las decisiones”.
Por su parte, Elizondo señaló que existen reuniones previas a los partidos
donde los árbitros son “preparados” para estas situaciones de conflictos de
reglamento y se establecen consensos en el grupo. También agregó que “el
arbitraje está en este momento en una etapa de transición, debiéndose esperar
que la nueva camada de jóvenes comience a madurar, aunque no todos tienen la
calidad suficiente”. Consultado acerca de la discrepancia entre directores
técnicos y árbitros manifestó que ellos representan a los clubes, quienes a su
vez tienen dirigentes. “Teniendo en cuenta ese caminito, es difícil entender,
que si los presidentes están de acuerdo con el sistema que impera actualmente
en formación y designación de árbitros, no entiendo porque luego, jugadores y
técnicos protesten”, remarcó. Asimismo, destacó que, por carácter transitivo,
todos ellos aceptan esta regla de juego y una institución está formada por
dirigentes, técnicos, jugadores e hinchas y que no deja de ser un tema de
análisis aunque tenga la seguridad que a los actores que componen este
maravilloso deporte, le falta profesionalismo.
Palabras con experiencia, palabras nuevas, todas ellas válidas. La
importancia, concordaron, está dada en no generar aún más violencia.
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