Entrevista

Largo camino a la Primera

(Por Ramiro Ferreyra)

Como todos saben o se imaginan, muchas veces los jugadores de fútbol deben dejar muchas cosas de lado para llegar a lo más alto. Y este caso no es la excepción. Milton Zárate, de 26 años, nació el 5 de septiembre de 1988 en Rosario y empezó a jugar a la pelota desde chico en un club humilde de la ciudad (Club Atlético Defensores Unidos) para luego dar el gran salto llegando a Rosario Central. Su debut se produjo el día 12 de septiembre de 2009 por la cuarta fecha del Torneo Apertura, partido en el que los canallas derrotaron por 1 a 0 a Chacarita Juniors, en la cancha de Huracán, con arbitraje de Rafael Furchi. Su posición es la de mediocampista y se caracteriza por su desgaste y su gran recuperación en el campo de juego.  Actualmente se encuentra jugando en Guaraní Antonio Franco de Posadas, Misiones, pero una circunstancia familiar hizo que se preste a la nota con lliteraturesport.blogspot.com.ar

¿Cómo fue el día de tu debut?

La verdad que me tomó de sorpresa. Ese día fui titular porque se lesionó Jesús Méndez y yo era el que venía atrás. Además me acuerdo que ese partido, sacando a Diego Chitzoff, éramos todos chicos jóvenes salidos del club que dejaban todo cada fin de semana. Por suerte en mi debut pudimos ganar con gol del Cachi (Zelaya) y pudieron estar presentes mis viejos.

¿Quién fue el técnico que te puso en la Primera?

Fue Ariel Cuffaro Russo. Él ya me conocía de la las inferiores porque yo jugaba con su hijo Cristian. Se ve que eso hizo que depositara tan rápido la confianza en mí.

Siete meses después, en mayo, seguramente sufriste la peor cosa que te pudo haber tocado como futbolista e hincha de Central. Hablamos del descenso, ¿Qué sentiste o se te pasó por la cabeza ese día?

Exactamente, eso que decís vos. Mucha tristeza y muy desilusionado porque sentí que le había fallado a la gente, no sólo yo, sino todo el equipo se sentía igual. Está claro que no teníamos muchos jugadores de renombre por una decisión de Ariel (C. Russo), pero nos matábamos para demostrar que estábamos a la altura de cualquiera. Fue muy feo descender de local y perdiendo 3 a 0.

¿Qué te genera jugar en el Gigante de Arroyito?

Es una motivación extra. Entrar, pisar el césped, mirar a tu alrededor y ver un estadio lleno te da más ganas de jugar y de ir a trabar con la cabeza. La gente se hace escuchar todo el partido y eso emociona. Ojalá algún día pueda sentir esas sensaciones de nuevo y poder convertir un gol de local con toda tu gente gritándolo.

¿Te gustaría volver a Central buscando una revancha y buenos resultados?

Sí, obvio, siempre pienso en eso. Sería una buena oportunidad volver al club del cual soy hincha. Además, ahora tengo más experiencia y creo que me desempeño mejor en el medio campo, tengo más referencia del juego.

En tu carrera también jugaste en Atlético Tucumán, Juventud Unida de San Luis y Tiro Federal, ¿en dónde te sentiste más cómodo?

Creo que mi mejor versión la tuve en Tiro Federal. Creo que jugué cerca de 30 partidos y convertí 9 goles, nada mal para un mediocampista de mi estilo.

¿Tu primer club fue Defensores Unidos?

Sí, es un club humilde que está en el barrio Ludueña. Cuando era chico vivíamos allí con mi familia porque mi papá trabajaba para el club. Jugué un par de años y después ya pasé a Central.

¿Cómo era el día a día tuyo en el CADU?

Me mataba en cada entrenamiento porque quería llegar a donde ahora estoy y soy, un jugador profesional. En la cancha se sentía mucho frío pero en el momento de practicar no me importaba, me olvidaba de todo al ver rodar la pelota.  Los días de físico los odiaba. Igual tenía un punto a favor, no tenía problema con el traslado y nunca llegaba tarde (risas).

¿Sentís que lo que lograste fue por ser hijo de un empleado del club o por mérito propio?

Como te dije antes, me mataba en cada práctica y creo que me lo gané todo por mérito propio, en buena ley. Yo sabía que podía llegar y eso me motivaba.

¿Te queda algún sueño por delante  que quieras cumplir?

Sí, tengo dos. Uno poder seguir creciendo como futbolista y que eso me dé la posibilidad de ir a jugar a Europa o a alguna liga importante de América. El otro es obvio, volver a Central y ser campeón.