martes, 23 de junio de 2015

Fútbol Regional

Pipi Colonna: “En el club hay un grupo humano enorme”

(Por Franco Camiscia)




En la historia de la Liga Interprovincial han pasado diversas figuras futbolísticas, pero la que sigue vigente es la del defensor Eliano “Pipi” Colonna, jugador de Carlos Dose, actualmente activo en el club de sus amores y transmitiendo toda su experiencia hacia los pibes que vienen peleándola de abajo. Sus inicios en el fútbol fueron a los cuatro años, precisamente en Carlos Dose, porque sus padres le inculcaron que practicara este deporte. Allí realizaría parte de las inferiores, hasta llegar a lo más alto. “Jugué unos partidos en Reserva y cuando tenía 17 años el Chequi Santamarianova tomó la dirección técnica del club y me subió a Primera y me hizo debutar frente a Huracán de Los Quirquinchos”, expresó Pipi sobre sus primeros inicios en la Primera del Dose.

“Mis años de inferiores se repartieron mayormente entre el club Firmat Football Club, el Club Social Godeken y por supuesto en el Club Carlos Dose. En divisiones mayores jugué siempre en el Dose y también un año en Firmat Football Club”, relató Eliano sobre sus pasos futbolísticos por distintas instituciones. También probó suerte en clubes de primera línea: “Me probé en Boca, Renato Cesarini y dos veces en Newell's, donde quedé entre 400 chicos, practiqué un tiempo pero era muy chico y debía viajar cuatro veces por semana. En aquel entonces el presupuesto no alcanzaba y era muy chico para irme a vivir lejos de mi familia”.

Jugar en Segunda o Primera cuando tenés edad de inferiores es un premio que te dan porque te lo ganaste y porque confían en vos, va mas allá de la presión. Uno desde chico ya anhela jugar en Primera, sin importarte mucho qué edad tenes. Es como tu primer objetivo en lo personal. Sumado a esto en la adolescencia el físico y la edad también eran primordiales para aguantar el ritmo”, destacó Pipi, que los sábados jugaba en inferiores y los domingos en Reserva y Primera.

Colonna habló sobre su vida deportiva, en la cual su club estuvo ausente 10 años en la liga, pero nunca dejó de mencionar lo que significa el lugar donde nació: “Cañada del Ucle es mi lugar en el mundo, a pesar de ser un pueblo muy chico es donde más cómodo y a gusto me siento”. Además agregó: “Carlos Dose es mi segunda familia, mi lugar de encuentro con amigos, a veces con alegrías y otras con tristezas, pero siempre juntos. Agradecido al club que me dio la posibilidad de practicar este deporte”.

Para Colonna, el regreso a la liga interprovincial fue emocionante: “Significó volver a sentir sensaciones que había olvidado, como volver a vestir la camiseta de tus amores, volver a sentir el aliento, el apoyo y puteadas de tu pueblo (risas)”. Emocionado y con lágrimas agregó: “El jugar con mis amigos, que estaban dispersos en otros clubes o habían abandonado la práctica del fútbol, volver a sentir a un pueblo prepararse desde el domingo temprano para ir a la cancha”.

Hoy por hoy en su club es uno de los máximos referentes y el técnico decidió darle la cinta de capitán, que para él significa mucho: “Es una linda y gran responsabilidad. En el Dose hay una materia pendiente que es la de sentar bases futbolísticas ya que se perdieron luego de 10 años de inactividad. No sólo yo, sino los más grandes nos sentimos en el deber y en el compromiso de ayudar a crear esas bases, ocupando provisoriamente el lugar de los más chicos en la Primera división, para que estos se afiancen con el correr de los partidos y se vayan preparando para jugar en Primera”.

Y si bien el defensor central de Carlos Dose no asegura si serán sus últimos años, tampoco se resigna, y lo destaca: “Los vivo con mucha intensidad, aprovechando y disfrutando cada minuto que puedo y que me queda por jugar”. Sobre el equipo que conforma hoy en día resalta: “Mas allá de los resultados deportivos, en el club hay un grupo humano enorme, grandes personas que están siempre predispuestos a tratar de mejorar, poniéndole el pecho a las balas y buscándole siempre la vuelta para revertir la situación”.

El recuerdo de un equipo difícil de contar
Sobre una de sus tantas anédoctas futbolísticas, Colonna recuerda la mejor de todas: “Fue jugando en inferiores, muy chiquito, con 6 años. Mi director técnico en aquel entonces, René Pruzzo, armó el equipo de 9 jugadores. A los 5 minutos contó y éramos 7 jugando, entonces hizo entrar dos suplentes. Al ratito volvió a contar y ¡éramos 11!Lo que pasa es que no aguantamos las ganas de orinar y nos fuimos en el medio del partido al baño, sin decirle nada a nadie”.

El primer gol en Primera
Mi primer gol se lo hice al club Deportivo de Beravebú, jugando de carrilero.
Desbordó el Ruli Pérez, centro al ras del piso al corazón del área, Fito Páez la dejó pasar entre sus piernas y me quedó justo para darle de tres dedos… La clavé al ángulo, no lo podía creer (risas)”, sintetizó el defensor contando sobre su primer gol en la Primera del Dose.

El once histórico ideal
“El 11 ideal lo formaría con mis compañeros que jugaron conmigo en los últimos años de inferiores y también en la mayor, con Chequi Santamarianova y Guille Ranciari como técnicos. Tengo grandes recuerdos de ese equipo, con el que perdimos dos semifinales. Jugábamos Gabriel Ciccarelli; Alfredo Renghini, Ismael Cortés, Marcos Altamir y yo; Manuel Ravazzani, Elías Fernández, Rodrigo Tribo, Germán Haurat; Jorge pruzzo y Juan Rojas”.

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