Rosario Central

Federico Ferrari, un deportista de lujo

El jugador de Central Córdoba no sólo juega al fútbol, sino
que también realiza otras actividades físicas en el gimnasio 

(Por Sergio Gaitán)

      
  Hay futbolistas que en toda su vida conocieron solamente la pelota, siendo el fútbol el único deporte y trabajo que han experimentado. Federico Ferrari, es la excepción. El mediocampista de Central Córdoba ha pasado por distintos trabajos además del fútbol, y eso no es todo, también realiza otras actividades físicas. El jugador charrúa contó: “Trabajé de todo un poco. En construcción, como chofer en una empresa de diluyentes, entre otros. Ahora abro un gimnasio únicamente los sábados, donde también entreno y hago artes marciales (Wing Chun). Anteriormente, se me complicaba con los otros trabajos y Central Córdoba, después decidí dedicarme solamente al fútbol y al tema del gimnasio”.

     
   
    Más tarde, El Toto Ferrari señaló sus comienzos: “De chico no hice ningún otro deporte además del fútbol. Comencé en la escuelita de Newell’s, Malvinas Argentinas, allá por el año 1994 hasta el 2001, si no me equivoco. También de pibe pasé por otra escuela de fútbol, Olympia. En cuanto a referentes futbolísticos, fue Diego Maradona quién marcó mi infancia. En torno a mi formación deportiva, jugaba de delantero en cancha de siete, pero cuando pasé a la de once, me pusieron de enganche, pero siempre me caractericé por hacer goles”.

      
   Su papá, también fue jugador del Charrúa durante su juventud, pasó por otros clubes, y jugaba de nueve. Además, lo dirigió en Central Córdoba y fue uno de los directores técnicos que más le enseñó y le hizo sacar lo mejor de él. Después, Fede Ferrari habló sobre otros técnicos que lo han dirigido: “Me he sentido muy bien con Mario Obando, otro que me marcó también fue Miguel Brindisi en mi paso por Huracán. Actualmente, me siento muy cómodo y a gusto con la dirección de Ariel (Cuffaro Russo)”.

      
   “Además de jugar en el Charrúa y en el Globo, jugué en el Boca San Lazzaro de Italia, por tres años. Cuando llegué allá, era un jugador muy técnico, pero con poco sacrificio. Una de las cosas que aprendí ahí y más rescato, es que aprendí cómo correr”, complementó.

   
   Paulatinamente, Federico Ferrari agregó más sobre su experiencia en Italia, dijo que los primeros meses fueron duros porque no conocía el idioma. En cuanto a ese problema, supo arreglárselas aprendiendo de un libro que le había regalado su abuela, y también lo hizo de las vivencias. Continuó: “De allá me gustaron las costumbres, las comidas, la limpieza que había en las calles, el respeto. No he vuelto a Italia desde entonces, pero mi idea es volver para jugar de nuevo en otro club de allá”.

 
   Completando ya el tema de su trayectoria, el Toto siguió hablando sobre algo que aflige a miles de deportistas, incluyéndolo, las lesiones. Siguió: “En cuanto a lesiones, una que he tenido y fue la más costosa a la hora de la recuperación, fue la que tuve en la rodilla en Uruguay, en un equipo en el que me habían aceptado a prueba. A las tres semanas de llegar, me lesioné, encima me mandaron de vuelta sin pagarme”.

 
   Lamentablemente, el enganche se encuentra perjudicado por una distensión de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda y deberá estar fuera de las canchas aproximadamente por seis meses. Mientras tanto, habrá que esperar para volverlo a ver  colgando la redonda en la red y alimentando la alegría del público charrúa.